Imparable. Al ministro canario no parece afectarle lo más mínimo la continua publicación de noticias referidas a su costumbre de colocar en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, así como en todos los organismos que de él cuelgan, a los amiguetes, correveidiles y abrazafarolas (gracias, Butanito, por esa castiza aportación). Este mismo miércoles se encendieron nuevamente los pilotos rojos del nepotismo al conocerse, a través de Infolibre, que una de sus últimas adquisiciones para Red.es no es otro que el sobrino de su hermana Adela, Octavio Falcón Hernández, reputado experto en el negocio bancario por haber llegado a ser subdirector de una sucursal de Caja Navarra. En el staff de ese organismo figura como director económico-financiero a las órdenes de otro fichaje de su excelencia, el director general César Miralles, estrecho colaborador suyo cuando gestionó (por llamarlo de alguna forma) la Consejería de Economía y Hacienda de Canarias. El equipo de incorporaciones ultraperiféricas lo nutre también Teresa Cruz como responsable de comunicación, damnificada por la pérdida del poder del PP en la radiotelevisión pública de Canarias que ahora ese mismo partido quiere privatizar. Pero, además de la noticia del enchufe del sobrino de su hermana y del estropicio ejecutado en Red.es, este miércoles hemos sabido que en medio del traumático ERE que se está ejecutando en Paradores de Turismo, otro organismo dependiente del ministerio, el señor ministro se ha sacado de la chistera un nuevo nombramiento para cubrir un puesto hasta ahora inexistente, el de directora de eventos de los paradores de Canarias. El premio ha recaído en Sandra García, que viene siendo hermana del jefe de protocolo que Soria se llevó para Madrid, Ángel Ramón García. La nueva directora de eventos, que seguramente tendrá su despacho en el parador de Tejeda, carece de trayectoria y formación relativas al puesto que ya desempeña, que seguramente hará las delicias de los sindicatos que negocian la regulación de empleo que afecta a más de seiscientos trabajadores. Aun así, le deseamos mucha suerte a la señora García.