Es cierto que hubo alguna queja en 2007 por haber destinado agentes de los cuerpos especiales (GOES) a la protección del líder socialista, o a que en tres ocasiones en dos años se produjeron algunas situaciones incómodas, como haber pedido el uso de las señales luminosas y las sirenas para llegar a tiempo a un vuelo, o haber subido al perro familiar en el coche tras una jornada playera... Pero esas quejas desaparecieron hace tiempo, lo que llevó a que este viernes los escoltas actuales se reunieran y redactaran una minuta para sus superiores indicando que no se han quejado jamás del VIP protegido ni mucho menos han revelado sus rutinas, como ha hecho el SUP de modo tan irresponsable.