Siempre hemos sostenido aquí que el indisimulable deseo del presidente de ganar tiempo antes de hablar del caso sobrina debía responder a su fe ciega en que la aparición de otro asunto de mayor enjundia pudiera eclipsarlo. No es que pretendamos echar una mano a Paulino Rivero en tan alambicado afán, pero quizás esa paciencia presidencial pretenda verse recompensada con la noticia que ofrecemos desde la noche de este jueves a nuestros lectores: la aparición estelar en los predios de Arona de ese inquieto diputado socialista que es José Segura. Conocimos su actividad de la primavera de 2008 este mismo jueves, y tras las oportunas verificaciones, hemos publicado la noticia con todos los detalles que teníamos. No parece que la participación de Segura, dando palos al agua, tenga visos delictivos, pero ya les adelantamos que Rivero, Soria y todos los medios que hasta hoy silenciaban estos efectos colaterales del caso Edén, saltarán de contentos y arremeterán contra los socialistas como sólo ellos saben hacer.