Ibrahim Pérez es uno de esos ingenieros independientes que se disputaría cualquier empresa seria del mundo. Su llegada a la Radiotelevisión Canaria se produjo por empeño personal de Santiago González, que fuera director general antes de ser llamado a dirigir Radio Nacional de España. Lo conocía bien de su etapa en la Ser y se lo trajo de Microsoft España, donde Pérez llevaba catorce años sin problemas. Llegó a la tele pública canaria y se hizo cargo de un departamento técnico que trabajaba manga por hombros, con la jefa económico-financiera encargándose de las compras de una manera que el ingeniero cambió. De repente se dejó de comprar el material informático en una pequeña tienda de unos amiguetes en Santa Cruz para pasar a pedir presupuestos directamente a los distribuidores. Y eso chocó con una mentalidad muy asentada consistente en comprarlo todo en Tenerife. Y profesionalizó la técnica para colocar a la tele pública en el lugar que le corresponde.