Seguramente, Navarro, Huete y Luis Miguel Rodríguez ya no se acuerdan de cuando Sebastián González les ganó el comité local hace unos meses, enfrentándose al sector renovador encabezado por el abogado Lope Afonso, con quien la dirección insular del partido quiere negociar para buscarle un huequito, de modo que no dé la lata que anuncia Sebastián González. Éste, aún secretario de Organización, ha pedido la dimisión de Eva Navarro, empeñada, como está, en bendecir a Guillermo Meca, su sustituto en el Ayuntamiento, a mayor gloria de Marcos Brito, que espera por él y por la sentencia favorable a Luis Miguel Rodríguez en el caso de la denuncia por presuntos malos tratos. No fueron en aquellas elecciones tan exigentes con los avales ni con los pagos actualizados, pero ya se sabe cómo es la vara de medir de ese modelo de democracia interna que es el PP. Cristina Tavío, por si las moscas, ya ha encargado el trabajo de limpieza, brillo y esplendor a Manolo Domínguez y Sebastián Ledesma.