Quizás fuera que la fiesta estaba ya en los momentos previos a los cantos regionales, pero al político en cuestión se le pudo ver demasiado exultante en el momento en que indicaba a sus compañeros de mesa que él mismo en persona había “exigido” a Paulino Rivero que había que proponerle ya a Fomento los nombres de los dos presidentes portuarios, Javier Sánchez-Simón para Las Palmas y Pedro Rodríguez Zaragoza para Santa Cruz de Tenerife. De este modo, y según los cálculos del perseverante político, el Gobierno de Zapatero no pondría reparos a los nombramientos. Por lo demás, una fiesta grandiosa, con alrededor de 300 invitados, que disfrutaron de lo lindo del entorno y de la buena cocina del restaurante.