Ha tenido que llegarle más dinero público al PIL de Dimas Martín para que empiece a pagar sus deudas. Una delicia. El primero que los ha cogido por los fondillos es el abogado Eduard de Ribot i Molinet, que como su propio nombre indica, no es de Fontanales. Ha sido muy hábil el hombre, y se ha convertido en el primer acreedor del PIL que va a poder cobrar lo que le deben por la vía de tirar de la asignación que el Parlamento dedicará a los tres diputados de la formación de Dimas. Es una alegría comprobar que una parte de la Justicia todavía funciona, es decir, la del juzgado de primera instancia, ajeno a martingalas e indultos amañanados de esos que, por desgracia, empañarán la celebración de los primeros 25 años de la Constitución Española.