Si todos los pronósticos se cumplieron, este martes se firmó en una Notaría aún sin identificar la escritura de compra-venta de la que será futura sede de la Policía Canaria, una operación teñida de sospecha por la fórmula elegida por el Gobierno para seleccionar el edificio. Ya hemos publicado en este periódico dos reportajes de Alexis González explicando en qué ha consistido la operación: el empresario tinerfeño Modesto Campos Castro propone por escrito al Gobierno que le compre un edificio en la urbanización industrial Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria. Ruano monta un expediente para comprar ese inmueble, pero tropieza con el buen hacer de algún funcionario que le tumba el chollete. Así que, ni corto ni perezoso, quizás por la bondad de la sede, o quizás por la influencia de su propietario, el consejero de Presidencia se lleva el asunto a Tenerife, donde monta otro expediente idéntico para acabar pagando 5,9 millones por la operación. Pero, ¿quién es este Modesto Campos?