Pueden leer con todo lujo de detalle la información de nuestros compañeros de Deportes acerca del triunfo épico del Auna Gran Canaria en tierras levantinas, lo que le sitúa en una posición hasta ahora inalcanzada del baloncesto canario. Un equipo y un club que no hacen ruido, que se dedican a trabajar, que convierten sus esfuerzos en triunfos y que están logrando encandilar y entusiasmar a la afición. Pero es un equipo canario, y como tal, está sujeto a las vicisitudes de las cosas que sólo ocurren en esta tierra (¿nacionalidad, dicen?). A estas alturas del campeonato, clasificado en quinto lugar, por delante de clubes millonarios como el Madrid o el Tau, el conjunto grancanario sigue a la espera de que los actuales o futuros patrocinadores abran la boca y digan si van a prestar su apoyo para la temporada que viene. Otros clubes ya tienen cerrados sus presupuestos y sus proyectos y aquí, como siempre, mirando para los celajes.