La investigación que ha dado lugar a estas seis detenciones y los dos autos de ingreso en prisión ha sido larga y muy laboriosa. Partió de la denuncia de un pequeño empresario que un día, cabreado por la extorsión casi permanente, se personó en los juzgados de San Bartolomé de Tirajana e interpuso la correspondiente denuncia. Las pesquisas las inició la Policía de Maspalomas, pero a medidas que se iban descubriendo asuntos, se ordenó a la Brigada de la Policía Judicial que se hiciera cargo de la investigación, siempre dirigida por la magistrada Almudena de la Rosa Marqueño. La intervención de teléfonos ha vuelto a ser crucial, lo que cruzado con otros datos que los investigadores han ido acopiando, ha conducido a un sumario verdaderamente suculento. El sigilo ha sido clave en la operación y, aunque en ambientes políticos y empresariales se conocía desde hace tiempo la existencia de varias denuncias, pocos calcularon el alcance que iba a tener Paraiso.