Esto es otra cosa. La decisión del jurado de los Premios Canarias de Comunicación de otorgar el de 2010 al periodista tinerfeño José Antonio Pardellas ha vuelto a dignificar una distinción que últimamente había quedado bastante devaluada por la elección de determinados premiados, a los que se les eligió por cuestiones ajenas a esta convulsa profesión. Pardellas, sin embargo, ha dedicado toda su vida profesional a la comunicación, particularmente en la radio, y sin llegar a ser jamás un periodista disonante, ha contribuido de manera decisiva a la pluralidad y a la información tranquila y de calidad. Su elección como Premio Canarias ha permitido dejar en la cuneta a José Rodríguez Ramírez, cuya candidatura pesaba más por las influencias que por su aportación al periodismo, cosa que sí ha hecho a lo largo de su vida otro de los candidatos, Ángel Tristán Pimienta, al que apoyamos desde este periódico y al que animamos para una próxima edición en el convencimiento de que, al igual que Pardellas, se lo tiene absolutamente merecido.