El Valle de Jinámar -recordamos a la concejala no vaya a ser que no lo tenga presente- asienta una parte de sus reales sobre suelo soriano, y no solamente para licencias urbanísticas de áreas comerciales. Aclarada la cuestión, le informamos de que el referido colegio Néstor Álamo presenta un estado deplorable y peligroso de su patio de recreo: vallas por los suelos, trozos de muro caídos, evidente deterioro del pavimento, utensilios deportivos con elementos claramente peligrosos y prohibidos por la legislación vigente. Sería conveniente -aportamos con humildad- que se acometieran unos arreglillos de nada, no vaya a ser que un niño o una niña, por ejemplo, resulte herido jugando con una valla que lleva meses tirada en el suelo mostrando todo su peligro. Desde octubre han informado a la concejalía de doña Pino Esther, pero fue un mal momento: estaban todos ocupados redactando el pliego de condiciones de los canapés. A ver si ahora tienen un momentillo, mujer.