En poco tiempo estaremos en disposición de ofrecer a ustedes algunos pormenores del convenio suscrito entre el Cabildo de Gran Canaria y la UD Las Palmas para la garantía de financiación de la entidad. Pero ya les podemos adelantar algunas perlas. Por ejemplo, hay una cláusula de penalización para el club en el caso de que los aficionados osen lucir camisetas que puedan herir la sensibilidad del presidente del Cabildo o, a mayor abundamiento, profieran gritos que pudieran considerarse insultantes para la Corporación que Soria preside. Nada se dice en el convenio, que sepamos, de posibles sanciones en el caso de que haya gritos de carácter racista o xenófobo, o se alimenten comportamientos violentos. Pero qué le vamos a hacer.