Ángel Salvador Llanos está que no se lo cree. Para un hombre tan ambicioso y desesperado han sido demasiados años los que han pasado desde que se arrodilló ante el líder en sumisa genuflexión, hasta su virtual nominación como nuevo secretario general del PP canario. Él ya lo da por hecho, y hace unos días lo comentaba en una celebración que organizó en su residencia particular. Estaba exultante después del éxito que cosechó su corriente en la asamblea del PP de Santa Cruz de Tenerife, convenientemente plagada de brazos de palo agradecidos por el enchufito llanero en el Ayuntamiento. La mayoría de delegados obtenida le animan ahora a creerse las promesas que él asegura que le ha hecho José Manuel Soria: serás mi secretario general, aunque seguiré escuchando (je). Con esas garantías, Llanos ya no se esconde para asegurar que ahora toca ir a por la cabeza de la presidenta insular, Cristina Tavío. Y hasta se atreve a adelantar el nombre del ungido, Jaime Hernández Abad, actual presidente regional de Nuevas Generaciones y mano derecha suya en el Ayuntamiento, donde es concejal de Deportes.