Cualquiera que repase esas sentencias del caso Francisco Cabrera y la del juez decano de Las Palmas de Gran Canaria, Javier García-Sotoca,la del juez decano de Las Palmas de Gran Canaria, Javier García-Sotoca, llega fácilmente a la conclusión de que en todos los casos queda corroborada una actuación cuanto menos sospechosa de José Manuel Soria, de su hermano Luis y de los empresarios Javier y José Ignacio Esquivel, amen de la que protagonizan las esposas del vicepresidente y del propietario del chalet que el matrimonio habitó en Los Toscanes, Santa Brígida. Porque Sotoca da por probados hechos que nadie ha querido investigar hasta la fecha, como el viaje de Luis Soria a Magdeburgo en compañía de los Esquivel, la falsedad del contrato y los recibos presentados a juicio por el matrimonio Soria-López, el trato de favor en la Autoridad Portuaria y en Magaturbinas de Arinaga a los referidos empresarios y, como siempre, el indisumulado deseo de empurar a los que descubrimos y denunciamos sus trapisondas. De momento, Soria mantiene recurrida sólo su condena a pagar las costas del caso chalet, una vez hasta la fiscal descubrió el grosero y fraudulento montaje con el que todos estos se presentaron a juicio el verano pasado.