Las noticias que relacionan a Recreativos Franco con presuntas actividades ilícitas en algunos países no tienen por qué hacer creer que todo el monte sea orégano. A ver si nos explicamos. Los hermanos Franco han sabido montar un imperio a partir de la nada, comercializando con máquinas tragaperras y diversificando sus actividades económicas aquí y en otros lugares del mundo. Que hayan cometido delitos por el camino está por demostrar, y nosotros nos limitamos a contar lo que les está pasando en esos países, donde sus respectivos tribunales tendrán la última palabra. Los hermanos Franco tienen en Gran Canaria -y de ahí nuestro interés periodístico- varios socios, entre los que se encuentra Automáticos Canarios, dedicada también al mundo de las máquinas recreativas, y Lopesan, una de las empresas más potentes del Archipiélago. Nada relaciona las actividades ilíticas que se investigan a Franco con estas firmas, quede claro para que nadie aproveche la revoltura.