La noticia mediática de este miércoles fue la sentencia del Tribunal Supremo confirmando una anterior de la Audiencia Nacional de Sevilla que condenaba al radiopredicador Federico Jiménez Losantos por una intromisión en el derecho al honor del periodista Tom Martín Benítez. El ex de la Cope, que colecciona condenas por infamias e insultos a diestro y siniestro, tendrá que pagar 3.000 euros de indemnización y publicar la sentencia por haber llamado “rata” a Martín Benítez. Pero la parte más suculenta de la historia no se encuentra en la resolución judicial en sí misma, que también tiene su miga, sino en lo que motivó que Losantos perdiera el control e insultara sin tino al periodista de Canal Sur. Según la sentencia, todo se debió a una noticia falsa según la cuál Martín Benítez había trasladado a un vigilante de la cadena andaluza al que sorprendió escuchando el programa de Jiménez Losantos en la Cope. La noticia la había publicado El Mundo en 2005 y en ella se basó el radiopredicador para insultar al demandante llamándolo “rata” y “guardia pretoriana de Chaves”. Pero, ¡cómo no! la noticia era falsa, como corresponde a la línea de actuación del diario de Pedrojota. Es lo que pasa cuando se mezcla el hambre con las ganas de comer.