Por cierto que a Sánchez Robayna le preguntaron durante su rueda de prensa en Madrid por las (malas) relaciones entre Valente y Leopoldo María, que recoge nuestro compañero Federico Utrera en su libro Después de Tantos Desencantos. Vida y Obra Poéticas de los Panero (2008). Según la crónica del periodista Tomás García Yebra, “acerca de las supuestas diferencias con la familia Panero, Robayna indicó que Valente ”no admiró“ a ninguno de los Panero: ”De Leopoldo respetaba algunos de sus poemas, pero a su hijo Leopoldo María no lo podía ni ver; nunca le perdonó que llamara “estúpido” a Antonio Machado“. Y es que el poeta madrileño que disfruta casi a diario de los bancos del parque de San Telmo había escrito de joven que explicar a don Antonio era como leer ”poesía para bachillerato“. Riñas de poetas y ”novísimo“ criterio, sin duda, aunque en el libro de Utrera, Leopoldo María matiza bastante aquel ”sarampión“ juvenil antimachadiano y rinde tributo a Valente.