Soria ha decidido finalmente mandarle a Cabrera a sus propios abogados en una actitud que, insistimos, tiene toda su lógica. Si se querelló contra nosotros por decir lo mismo, no tiene sentido no hacerlo ahora. Cabrera se lo agradeció el miércoles y lo vimos este viernes bastante tranquilo tras la querella soriana. El denunciado está contento de que, por el momento, Soria todavía no le haya mandado a la Policía en lugar de a sus letrados, que por cierto, tienen que estar cobrando altísimos honorarios. Y ya que hablamos de honorarios, sería conveniente que en el próximo pleno del Cabildo algún consejero hiciera una pregunta en la sección correspondiente para que todos sepamos quién paga al buffete de Madrid que lleva los asuntos de Soria y Teresa Cruz, así como quién paga al despacho local de la procuradora Mari Carmen Benítez. Piénsese que el letrado madrileño Nicolás González-Cuéllar Serrano sale a una media de uno o dos viajes a Gran Canaria por mes. Y no es el más barato de España.