El lagunero de a pie empieza a asimilar al paisaje de la ciudad la figura de Manuel Armas, secretario de Administración del Partido Socialista Canario, subido en su quad, o moto de cuatro ruedas, merodeando la casa de Juan Carlos Alemán. Es correligionario, además de amigo, del secretario general de los socialistas canarios, un valor en alza desde que derrotara en la batalla de las listas a Jerónimo Saavedra, a José Miguel Pérez, a Augusto Brito, a Pepe Alcaraz y a todos los que le quieren hacer la pirula y se agacharon el día de autos (ya les contaremos quiénes son). Manolo Armas, a lo que íbamos, es técnico de laboratorio y desarrolla su tarea profesional en el Hospital Universitario de Canarias a las órdenes de Antonio Sierra, catedrático de Higiene y Medicina Preventiva y ex director general del Servicio Canario de Salud. Además, Sierra comparte alguna sociedad con el muy mentado estos días Pedro Luis Cobiella, empresario del sector clínico que también se ha apuntado un tanto consiguiendo que Pilar Grande ocupe el número dos del PSC al Congreso por Las Palmas. Vayan sumando, que esto es pueblo chico: Armas, Alemán, Sierra, Cobiella, Grande, Sanidad y cierra España. Y los socialistas grancanarios, en Belén con los pastores, cogiendo sitio.