La verdad es que hay algunas palabras que, pronunciadas por según qué personas, o suenan fatal de la muerte o sencillamente producen hilaridad. Escuchar a Víctor Gago hablar de libertad de expresión y de respeto a los periodistas es indignante, pero volver a escuchar al vicepresidente del Gobierno acusar a La Provincia de mentir, activa el sistema nervioso simpático y provoca ganas irrefrenables de revolcarse por el suelo, aún a riesgo de tirones musculares, desencajamiento de la mandíbula y hasta relajación de los esfínteres. Habló quien pudo, el rey de la mentira frita, rebozada y en versión nouvel cuisine. Les podemos garantizar, y de hecho les garantizamos, que la Policía está investigando la autenticidad de los extractos de la tarjeta Visa que el vicepresidente del Gobierno entregó a la magistrada Margarita Varona el pasado 26 de noviembre. Lo que no significa que sean falsos, pero sí que han despertado severas sospechas.