La cosa anda fatal en los ayuntamientos canarios, pero de entre todos ellos parece resplandecer con luz propia por las noticias que genera el del Puerto de la Cruz. En la localidad norteña menudean las censuras, los transfuguismos, las expulsiones de concejales, los pactos a todas las bandas y, ahora y como es natural, los problemas económico-financieros. La considerable merma de ingresos que también sufre esta administración ha puesto a la hacienda local en un brete para afrontar el pago de la nómina y otras obligaciones apremiantes. Los trabajadores vinieron a cobrar noviembre el pasado 10 de diciembre, y cuentan que por un error informático de ocho euros. Pero la cosa no queda ahí: viendo cómo evoluciona y después de que los recortes en los convenios colectivos sea algo más que una posibilidad, los funcionarios y el personal laboral se han puesto de acuerdo para convocar una asamblea conjunta que no tiene precedentes en la historia del Ayuntamiento portuense para el próximo lunes a la una de la tarde. Lo que salga de esa insólita asamblea es toda una incógnita