La verdad es que hay que descubrirse ante el que tuvo la genial idea desde La Caja de reclamar a la Consejería de Economía y Hacienda un pronunciamiento acerca del intento de expulsión de Carmelo Ramírez del consejo de administración de la entidad. Recordarán que fue uno de los actos inaugurales del mandato de Soria al frente de su Cabildo, antes incluso de levitar por encima de los mortales en el salón de plenos. Soria hizo una pirula para tratar de echar a Carmelo Ramírez del consejo de administración, y al ver que el actual presidente de la entidad se oponía, hasta mandó a Larry a que le mordiera las pantorrillas. Inútil el esfuerzo porque los informes encargados a los expertos daban la razón a la dirección de la entidad, que tuvo incluso que aguantar unas faltas de educación y de sentido común que alguien debería explicar ahora. Sobre todo después de conocer el informe de los servicios jurídicos del Gobierno, a petición de la consejería que dirije José Carlos Mauricio.