La adaptación de la Ley canaria de Comercio a la directiva de servicios es uno de los hitos más destacados del distanciamiento entre José Manuel Soria y Miguel Cabrera Pérez-Camacho. Liberal hasta la médula, como presume de serlo a tiempo parcial el líder del PP canario, el ex portavoz popular criticó muy duramente esa ley por considerar que su excesivo intervencionismo es perjudicial para la salud política y económica de las islas. Por distintos motivos coincidía con la oposición socialista, lo que puso de los nervios al vicepresidente, que había votado favorablemente esa tramitación, y al presidente Rivero. Para Coalición Canaria hay determinados aspectos de la vida económica y empresarial de las Islas que es intocable, y tener en las manos la concesión de licencias comerciales específicas siempre ha sido una de sus obsesiones. Quizás del conocimiento que de estos asuntos tiene Pérez-Camacho fuera esa frase suya de que “a mayor intervencionismo, más corrupción”. Palabra de portavoz.