Salvador Iglesias fue, por si no lo recuerdan, el famoso director general del Gabinete de Adán Martín que fue sorprendido en aquellas gloriosas conversaciones con el empresario Santiago Santana Cazorla mientras éste trataba de tramitar las camas excepcionales para la urbanización Anfi Tauro. El alto cargo de la administración reconocía en aquellas charlas haber recibido un regalo del empresario, al que llegó a pedir un puesto de trabajo cuando aquella legislatura acabara. Pero antes de ocupar ese puesto, Iglesias fue director general de Relaciones con la Administración de Justicia, donde trabó relación con Enrique Arnaldo, en aquellos tiempos vocal del Poder Judicial para Canarias. Fue tal el grado de satisfacción que el Gobierno obtuvo de sus relaciones con Arnaldo que, por decreto de 20 de diciembre de 2002, se le concedió la Medalla al Mérito de la Justicia en Canarias con distintivo de oro. Enrique Arnaldo está en estos momentos imputado por haberse beneficiado, a través de su bufete de abogados, de un contrato con la administación balear presuntamente amañado. En concreto, Estudios Jurídicos abonó al ex presidente Jaume Matas unos 32.000 euros que previamente había recibido del Gobierno de manera bastante pintoresca.