El último concurso de gran cuantía convocado por Promotur es el que les venimos contando estos días. Dotado con un millón y medio de euros, más “el 5% de IVA”, debe haber sido redactado por una consultora muy cuca, que ha sabido plasmar en los criterios de valoración para la adjudicación unos parámetros muy llamativos. Se trata de contratar un servicio “consistente en la gestión del lanzamiento de los sellos de calidad de tres segmentos prioritarios (salud y bienestar, náutico y volcanes) (...) y la coordinación y gestión (...) del funcionamiento de los sellos de los cuatro segmentos prioritarios”, es decir, los tres mencionados más el de “familia”. Para ello se fija como único criterio objetivo la valoración de la oferta económica, que tendrá una puntuación máxima de 10, pero con la advertencia de que no puede haber una rebaja superior al 20% del precio de licitación. El resto de los ítem son “criterios que no pueden valorarse objetivamente”, y van desde los servicios ofrecidos (60 puntos) a las mejoras en el pleno de condiciones (10), pasando por la organización y planificación de los trabajos (15 puntos) y “las herramientas, equipo de trabajo y dedicación” (cinco puntos). No saben nada estos consultores.