Esa sentencia del Tribunal Constitucional encendió las alarmas en el Gobierno socialista al establecerse lo que se ha dado en llamar la doctrina del doble cómputo, que ha hecho que, entre otros, el etarra Troitiño pudiera salir en libertad. Fue entonces cuando en la reforma del Código Penal se introdujo una modificación concreta del artículo 58, de manera que a partir de su aprobación, en diciembre de 2010, sólo puede aplicarse el doble cómputo de la prisión preventiva más el cumplimiento de la pena a la condena generada por una misma causa. Esa reforma impedirá que, desde de la fecha de entrada en vigor del nuevo Código Penal, ningún otro etarra, narcotraficante o delincuente común pueda acogerse a la doctrina del doble cómputo, pero los que acumularon antes de esa entrada en vigor han ido solicitando su puesta en libertad y difícilmente puede denegársele porque la reforma legal no puede tener carácter retroactivo. ¿Qué hizo el PP ante esa modificación en el Código Penal? ¿Votó favorablemente a esa reforma que ponía coto a la excarcelación de etarras con prisión preventiva y penas acumuladas? Pues no, se abstuvo. Ahora se desgañita de tertulia en tertulia, de rueda de prensa en rueda de prensa, y hasta ha incluido unos párrafos en su argumentario de campaña para que se culpe al Gobierno socialista de una decisión del Tribunal Constitucional a la que es absolutamente ajeno y que ha tratado de corregir con una modificación legislativa de la que la derecha se desentendió por completo.