Ya se sabe que en asuntos de los sures tanto va el cántaro a la fuente que acaba rompiéndose. La presencia de bandas organizadas de distintas nacionalidades en la costa sureña tinerfeña no debe sorprendernos de ninguna manera. Y ha bastado la firma de un memorándum en marzo entre España e Italia para que esta operación se activase y se detuviese a una docena de personas cuyos movimientos estaban bastante controlados. El éxito policial parece indiscutible, aunque fuentes oficiales dan por seguro que puede haber nuevas detenciones y más registros y confiscaciones de propiedades de dudosa procedencia. Que acudieran policías especializados desde Madrid a las órdenes de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada ha contribuido, sin duda, al éxito de la operación. Pero, ¿qué ambientes son esos en los que parecía moverse un candidato a concejal en el Ayuntamiento de Adeje? Si atentemos a algunas consideraciones de su círculo más allegado podemos comprender algunos detalles. Por ejemplo, es conocida desde hace años la relación que el jefe de filas del PP de Adeje tuvo en su día con el mafioso británico John Palmer, a quien le prestaba los servicios de protección a través de su empresa, Fox Seguridad. Andrés Montiel, guardia civil de Tráfico retirado en 1978, ha reconocido estos hechos pero ha asegurado a este periódico que no ejerció de jefe de seguridad de Palmer, sino que Fox Seguridad vigilaba los complejos turísticos del inglés. Documentos publicados en su día indican que había una relación de mayor dependencia jerárquica.