Marco Aurelio Pérez anda estos días en el centro del tablero. Su Agrupación de Vecinos tiene aliados suficientes como para deshojar la margarita y acabar con un pacto imposible que lleva un año de sinvivir en Tunte. Y eso a pesar de los achuchones que últimamente se daban la alcaldesa Mari Pino Torres (NC) y su alter ego Conchi Narváez (PSOE), tras un costoso trabajo de casamenteras impuesto desde las direcciones insulares de ambos partidos. De nada ha servido a José Miguel Pérez y Román Rodríguez que Torres y Narváez se miren de nuevo a la cara, porque la fragilidad del pacto se ha roto por donde menos se esperaba: un socialista que da ahora a AV la posibilidad de sumar a sus ocho ediles al menos tres más (Rodríguez, Pacuco y Toribio) para mandar al paro a los diez que quedan entre PSOE y NC.