La noticia parece haber pasado desapercibida en ese marasmo de recortes, parados, hipotecas y primas únicas en que andamos enredados en la sección de economía. Pero resulta altamente llamativa la decisión de la directora general de Trabajo, Gloria Gutiérrez, de borrar de un plumazo de la faz de la tierra un organismo creado en 2010 por el Gobierno que compartían hasta octubre de ese año CC y el PP. Se trata del Observatorio Internacional de la Cultura Preventiva, destinado a la observación de lo que se hace por el mundo en relación con la prevención de accidentes laborales. Repasando las cifras, unas ofrecidas por la directora general y otras felizmente aparecidas en los desgloses presupuestarios, hemos descubierto que en plena crisis económica Canarias se llegó a gastar más de 443.000 euros al año en este invento, respaldado por los sindicatos mayoritarios y por las patronales canarias. Capitaneada por el anterior director general, Pedro Tomás Pino, el tal observatorio se gastó sólo en un año 85.000 euros en viajes, gasto al que hubo que añadir el sueldo que el señor Pino se adjudicó al nombrarse secretario técnico del organismo. Que sepamos, hubo viajes a Seúl y a Estambul, lo que no nos ha permitido de momento sacar a Canarias del cuarto lugar entre las comunidades autónomas españolas en número de siniestros laborales. Para premiar tan austera gestión, CC ha nombrado al señor Pino director general de Agricultura.