La chulería fue la nota predominante de la declaración de Miguel Ángel Rodríguez en su comparecencia de este martes ante el tribunal, que lo juzga por los delitos de injurias y calumnias vertidos tanto en Telecinco como en TVE y luego ratificadas en otros medios informativos a mayor gloria de esa casta que él tiene y que pocos cuerpos serranos pueden aguantar con tanta indignidad. Intentó tomar el pelo al tribunal con disquisiciones sobre el nazismo y sobre la vida y milagros del querellante que el juez cortó tajantemente ciñendo la vista oral estrictamente a lo que se juzgaba. El Ministerio Fiscal ha pedido para el portavoz de Aznar una condena de dos años de prisión, algo que ha ofendido enormemente al acusado, que comparó tal petición con la de menor cuantía que se le solicitó a Arnaldo Otegui por enaltecimiento del terrorismo. “Un escándalo”, lo calificó. Estaremos pendientes de esta sentencia porque no estaría nada mal que la justicia fuera parando las patas a personajes tan bullangueros e impunes como este, y a las cadenas de televisión repensarse el formato y los invitados de ciertos programas en los que se sacrifica el debate sano y civilizado en favor de la escandalera salvaje y de la audiencia berlusconiana.