Lorenzo Olarte se ha empeñado en especializarse en política internacional. Emulando a otro ex presidente de Gobierno, un tal Felipe González, metido a ideólogo de la globalización y la buena gobernanza, el ex de Canarias ha pasado primero por la fase china para adentrarse ahora en las más procelosas pero cercanas aguas de la solución para el Sáhara Occidental. Como saben, acaba de celebrarse en Nueva York el XXIV Comité de Descolonización de esa ex colonia española, y desde un día antes de participar en ella, Olarte mandó a la prensa su propuesta de estado libre asociado. También ha estado, pero en este caso como jurista, el portavoz de los exportadores hortofrutícolas de Las Palmas, Roberto Góiriz, que apuesta por una autonomía al estilo de la de Canarias. Cuentan testigos presenciales que un coronel retirado, de apellido Ortil, del foro de debate canario saharaui, ha estado defendiendo las tesis de un Sáhara bajo esa autonomía marroquí. Otro canario presente, José Luis Jiménez, periodista, se ha inclinado directamente por la dependencia directa de Marruecos.