La primera que ha puesto el grito en el cielo -lo volvió a hacer este jueves en el pleno del Cabildo- ha sido Sari Chesa, que está rebotada con la baja calidad del estudio de detalle para la demolición, con el proyecto de demolición y con las prisas. En el Ayuntamiento hay instrucciones de dar caña al expediente con premura, y hasta Olarte se ha puesto en plan sabueso a interesarse por el asunto. Malo para el expediente, nos tememos, porque cuando el ex presidente se pone majadero, no hay leguleyo que se le resista. Se preguntaban este jueves en algún partido político acerca de la posibilidad de personarse en el expediente aportando alegaciones. Y ya hay incluso quien piensa en pedir que se respete un cachito del estadio para, igual que ocurre con el Heliodoro Rodríguez López, recordar tiempos pasados, gloriosos o tristes. Pero recordarlos.