El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Las dos opciones de Miguel Jorge
Ha causado un hondo pesar la rotura natural del Dedo de Dios, en Agaete. Fue la misma madre naturaleza la que lo creó a lo largo de siglos y fue la misma madre naturaleza la que se lo llevó por delante una tarde de temporal. Pero el ser humano, tan dado a acumular recuerdos y amuletos, se ha puesto fatal con tan terrible pérdida, y alguien ordenó a unos submarinistas que se tiraran a la mar a ver si los trozos caídos no están muy destrozados para pensar en pegarlos (¿?). Como si de una tragedia se tratara, el vicepresidente primero del Cabildo, Miguel Jorge Blanco, giró visita oficial este martes al lugar de tan aciago siniestro, y ha planteado dos opciones: o reconstruir el dedo o dejarlo como está. O sea, ¿no? Para esa decisión no hacía falta desplazarse hasta allí, salvo que la foto fuera lo importante. Para añadir más emoción al asunto, proponemos una tercera vía: cargarnos el muñón, cortar de raíz. O ponerle una pulserita verde. Y santas pascuas.
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