Está visto que lo importante para este tipo de políticos que Zerolo encarna a la perfección no es hacerlo bien o hacer las cosas de acuerdo con el sentimiento popular. Lo que verdaderamente les importa es que si hay discrepancias, si hay trapisondas, si hay violaciones de la ley o del interés general, que no se sepa. Lo malo es que hasta ahora eso les ha funcionado a la perfección, y la reacción de don Pepito cargándose a José Domingo Méndez da continuidad a esos comportamientos. Cuando el régimen necesita mantener prietas las filas en los medios de comunicación les basta con una gira diplomática por los despachos de editores y directores, a los que se explica convenientemente la importancia del asunto en cuestión, ora un puerto en Granadilla, ora un Plan General chiripitifláutico. El mismísimo alcalde, en compañía de la concejal de Urbanismo, Luz Reverón, y de dos técnicos del planeamiento, visitaron el 28 de diciembre al insigne editor. Desconocemos el contenido de lo hablado, pero probablemente Zerolo habrá recordado a don Pepito esas cuatro plantas de más que el Plan General prevé para el edificio de El Día.