Pues aprovechando toda la estabilidad institucional de la que presume el PP en lo que se le cae el mundo encima, han sacado a la calle unos cursos de formación que traerán larga, y más pronto que tarde, su anulación. Han pactado con los peces gordos, sindicatos y patronales empresariales, un reparto que básicamente perjudica (y hunde) a las academias, que sí se dedican a la formación y no a financiarse de esta u otra manera. La verdad es que le han echado su gracia a la distribución de los cursitos, porque no nos irán a decir que no tiene mucha coña que a una asociación dedicada a la mecánica del automóvil le hayan otorgado dinero para impartir cursos de pastelero. O que a una de consignatarios y estibadores le vayan a dar cursos de comercio exterior y gestión de nóminas y seguros sociales. O cursos de Internet para patronales de transportes o para la asociación de industriales. Recordemos, por si acaso: los cursos son para desempleados de cada sector, por lo que canta mucho un mecánico haciendo magdalenas.