La cosa está que arde en el terreno económico. Y no se escapan las instituciones canarias, que andan metidas en un sinvivir desde que el consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, se negara a transferir a cabildos y ayuntamientos los dineros que les corresponden. El cabreo de las corporaciones está siendo colosal, lo que motivó que la reunión de este viernes con el Gobierno comenzara con Paulino Rivero pidiendo disculpas por los exabruptos de su presidente y consejero del ramo. No hubo acuerdo finalmente porque, entre lo que el Gobierno quiere recortar por la caída de ingresos y lo que las corporaciones reclaman como propio desde 1993, las diferencias no se acercaron. El Gobierno tiembla ante su preocupante falta de liquidez y sus portavoces han reconocido que necesitan 400 millones de ahora a final de año para que el invento no haga crack.