Seguro que creían que nos habíamos olvidado de Ángel Llanos y su Chicharrero de Corazón, el plagio de una canción chilena que compró por la módica cantidad de 25.000 euros. Con tanto trasiego informativo se nos pasó por alto atender el estreno mundial de la pieza que, en versión house, fue adquirida por el Ayuntamiento de Santa Cruz a un disc-jockey y al director de la murga Ni Pico Ni Corto. Celebróse tal acontecimiento en la plaza de La Candelaria el pasado viernes por la noche ante la presencia de 5.000 carnavaleros de pro, que celebraron con simpar alborozo las variaciones introducidas en aquella versión tan alegremente comprada. Tales variaciones consistieron, según el prestigioso periódico El Día, en la entonación de tres “eo-eo” en momentos cruciales de la pieza.