Se celebraron elecciones entre los trabajadores para elegir a sus representantes en la Asamblea General de la Caja Insular de Ahorros de Canarias y nos hemos llevado un disgusto. El sindicato amarillo, con tonalidades rosáceas CSICA, el que encarna lo que sus dirigentes llaman “sindicalismo constructivo”, no ha obtenido el respaldo suficiente de los trabajadores de la entidad para hacerse con algún hueco en la Asamblea General, lo que nos llena de congoja. Ya saben que éste es el sindicato que tanto apoya a la dirección de la entidad, salga el sol por donde salga, hasta el punto mismo de rebasar los límites del buen gusto. No debe, sin embargo, haber sintonizado bien con los trabajadores, que decicieron otorgarle 52 exiguos votos que no dan ni para un representante. Nada, a seguirlo intentando.