La gestión informativa de la adaptación del Plan General de Las Palmas de Gran Canaria que este miércoles irá a pleno vuelve a ser el caballo de batalla del grupo de gobierno. Los anuncios de transparencia contrastan con las informaciones contradictorias que circulan por la ciudad con piezas como el canódromo de Schamann, el hotel de El Rincón, los patios de Escaleritas, el futuro de Vegueta o los espacios libres del municipio. Néstor Hernández, concejal de Urbanismo, se desgañita proclamando legalidad y máxima transparencia, al tiempo que reparte entre los periodistas el informe externo que avala la decisión de la mayoría municipal de mantener la parcela del canódromo con su uso residencial con la coletilla “pendiente de resolución del Supremo”. Es un informe firmado por el catedrático de Derecho Urbanístico de la Universidad de León Tomás Quintana López y la profesora de la ULPGC Pino García Arias encargado para disipar las dudas que pudiera haber sobre la independencia de los técnicos municipales respecto a sus decisiones de antaño sobre la misma pieza urbanística. Porque no debemos olvidar que las bendiciones dadas por esos técnicos a las operaciones del PP están en el origen de algunas sentencias contrarias a la Corporación.