El juicio por las identificaciones del Yak 42, el avión ruso que el 26 de mayo de 2003 se estrellaba cerca del aeropuerto de Trebisonda (Turquía) con 75 personas a bordo, de ellas 62 militares españoles que cumplían una misión en Afganistán, se desarrolla en la Audiencia Nacional hasta el 3 de abril y está arrojando sorpresas inesperadas. La primera ha tenido lugar cuando Vicente Navarro, el general de Sanidad que envió el ministro del PP, Federico Trillo, al lugar de los hechos para realizar las identificaciones de los cadáveres, fue objeto de agrios comentarios por parte de los familiares de las víctimas, y más en concreto por sus apreciaciones hacia el único canario que se encontraba entre los fallecidos, el cabo primero Juan Carlos Bohabonay Domínguez.