Se consuma en la calle el primer atentado contra la libertad de expresión en Santa Cruz de Tenerife. Dos agentes de la Policía Local instaron este martes a los distribuidores del diario grauito METRO a reitrar de la zona de la plaza del Patriotismo (vaya, qué sitio escogieron) los dispensadores a los que gran número de usuarios acudían a hacerse con su ejemplar. Es la traslación a la vía pública de los intentos de restringir la libre circulación de prensa iniciados en el Ayuntamiento gracias a la acción del primer teniente de alcalde, el popular Ángel Salvador Llanos, que ha puesto en marcha una ordenanza para tratar de impedir que los ciudadanos puedan acceder a nuevas ofertas informativas sin cortapisas institucionales.