Además de los teóricos respaldos orgánicos con los que parte en esta carrera congresual el actual secretario general del PSC grancanario, José Miguel Pérez, hay que sumarles los que provienen de la mayoría de los medios de comunicación, particularmente los impresos. Desde que López Aguilar abriera el melón sucesorio y los periódicos que le hicieron la vida imposible aplaudieran a rabiar, no han dejado de sucederse desde esas mismas tribunas ataques nada velados a los que se han erigido en continuadores de la línea Jotaflá. Pero como Manuel Marcos Pérez y Arcadio Díaz Tejera no se han significado especialmente por discursos ásperos contra esos medios, la han tomado de modo inmisericorde con Santiago Pérez, que ni es candidato ni tiene intención de serlo. El portavoz parlamentario socialista empieza a cabrearse de manera indisimulada, y no sólo con algunos editorialistas y periodistas que piensa llevar a los tribunales, sino incluso con los que él considera instigadores de lo que se publica. Y está convencido de que están dentro de su propio partido, del que él sabe latín.