Ya saben ustedes que Pepa Luzardo anda amulada con el alcalde, Jerónimo Saavedra, porque ni le ha puesto teléfonos móviles ni les ha subido el sueldo ni les ha dado despachos king size, como merecería en un país civilizado una autoridad como ella. Por eso, y ante la eventualidad de que le dijeran que no, ni corta ni perezosa fichó a su ex secretaria en un alarde de descaro que muy bien podría traducirse como cesión ilegal de trabajadora, que ya se producía cuando la tenía en la Alcaldía y le pagaba una sociedad anónima. Pero no conforme con las peticiones y los traslados por lo bajini, la señora Luzardo ha pedido al gobierno municipal otro secretario de grupo, que seguramente habrá que buscar en la larga lista de enchufados que dejó la ex alcaldesa y que ya han denunciado al Ayuntamiento para que éste los haga fijos de plantilla.