Al presidente de la Confederación de Organizaciones Agrarias y Ganaderas de Canarias (COAG-Canarias) le llueve ácido desde hace unos días y el hombre sabe por qué es así. No se explica cómo le acusan de haber recibido 1.800.000 euros de subvenciones en junio cuando la entidad que recibió ese dinero no fue presidida por él hasta un mes después. Los palos caen desde casi todos los ángulos y con el dedo señala al PP, al Gobierno canario y a su enemigo ASAJA. Decíamos que el hombre sabe por qué se ha convertido en el muñeco del pim, pam, pum y razones no le faltan para sospechar que se ha convertido en el eje de una campaña de desprestigio. Atentos que seguimos.