El PSOE, que todavía está que no se lo cree (y eso que lo veníamos advirtiendo desde hace tiempo) ha optado por anunciar que reabrirá la comisión de investigación si, tras las elecciones, tiene mayoría parlamentaria suficiente para hacerlo. Es un entrañable gesto para tratar de salvar ante la ciudadanía la depauperada imagen que ha dado el Parlamento de Canarias, que más parece ahora mismo la cueva de Alí Babá que la sede de la democracia. Pero si al final se reabre la comisión, que no dude el PSOE que habrá comparecientes encantados de regresar y de volver a contar lo que verdaderamente ocurrió. Quizás algunos vuelvan con más datos y sin la limitación que la situación de imputado produce. De momento, y por lo que pudiera ocurrir, no estaría mal mandar un escritito a la Fiscalía.