Puede que los acontecimientos se precipiten este fin de semana y que ni siquiera la tecnología bajo la que hacemos este periódico nos permita actualizar a tiempo esta sección, que libra los fines de semana y otras fiestas de guardar. Pero si no es así, es muy posible que el lunes nos encontremos con jugosas novedades respecto al organigrama de la UD Las Palmas, producto, cómo no, de la insidiosa y orquestada campaña que el mundo entero y mundial tiene contra Gonzalo Angulo y su escudero Manolo Torres, director de fútbol y malos modales. A la presidenta del Cabildo, a Carmelo Ramírez y a Coalición Canaria toda se le han encendido las alarmas. A María Eugenia Márquez, naturalmente, por distintos motivos que a Coalición Canaria, partido que ve peligrar los apoyos con que pretende contar en la ciudad de Las Palmas y en otras circunscripciones por el empecinamiento de Angulo con el inspector Towers. Ni siquiera el Angulo Arena podrá contrarrestar, llegada su apoteósica inauguración, el desgaste que se viene sufriendo, con el agravante incluso de que para entonces no haya equipo que alinear, entrenador que organice el tinglado y seguidor que sufra más impertinencias. Buscan una salida digna para Manolo Torres y una excusa perfecta para Gonzalo Angulo. Las soluciones van desde integrarlo en el Instituto Insular de Deportes a la espera de tiempos mejores (dicen que la mitad de su contrato lo paga este organismo del Cabildo) hasta mandarlo de jefe de seguridad a Sialsa, dada la constatación de que este hombre es la leche.