Traerá muchas secuelas la primera sesión de la comisión de investigación de la tropelía eólica, celebrada este miércoles en el Parlamento de Canarias con resultado de trasquilada para los que fueron a por lana (interprétese según convenga). Los socialistas están que trinan con Soria, no sólo por haber mandado llamar a la comisión a gente que nada tuvo que ver con la tramitación del concurso (obra y gracia de Luis Soria), sino por los modos empleados por el PP para pervertir de modo descarado el reglamento y el sistema. Estas cosas no ocurrirían, por ejemplo, en el Cabildo de Gran Canaria, donde el presidente Soria aplica con rigor de verdadero profesional de la presidencia el reglamento cuando se trata de la ley del fonil (también conocida como ley del embudo). Y hablando de reglamentos, muy elocuente el papelón que el PP hizo jugar en la comisión del Estatuto del Diputado a la parlamentaria Nirva Macías, que encima atesora el mérito de ser licenciada en Derecho.