Rita Martín, consejera de Turismo, anunció este viernes que ahora toca dar con “la marca amada”, esa de la que gozan muy pocos sitios en el mundo, como Nueva York y su insuperable I Love New York. Así que, a prepararse, que pronto veremos algún concurso chiripitifláutico con muchos ceros y rimbombancias varias. Mientras llega esa marca amada (con eme intercalada), a la consejera de Turismo no se le ha ocurrido otra cosa que intentar robarle al Patronato de Turismo de Gran Canaria a uno de sus fichajes más sonados, el futbolista de Arguineguín David Silva, contratado para ejercer de embajador turístico de la Isla durante 2009 y 2010, especialmente en el mercado peninsular, uno de los objetivos prioritarios confesados por Rita Martín. Un técnico de alto nivel de la consejería contactó esta semana con los representantes del jugador del Valencia y de la selección española de fútbol. La respuesta fue obvia: el futbolista tiene contrato firmado y en vigor, y ambas partes están satisfechas con los resultados. No es la primera vez que la señora Martín trata de quedarse con iniciativas ajenas, en este caso del Cabildo grancanario. La misma campaña de los embajadores por esos lares está calcada de otra similar del mismo patronato de turismo. Ahora lo ha vuelto a intentar con Silva, pero esta vez sí parece haberse quedado con las ganas. Así que, si de jeringar a Gran Canaria se trata, doña Rita habrá de buscar otra vía.