Hay que reconocer a muchos de los antiguos colaboradores de Román Rodríguez la capacidad que han tenido para la reinserción social, es decir, para regresar a sus anteriores puestos de trabajo una vez acabó su paso por lo público. Es el caso, por ejemplo, de Rogelio Frade, que tras ocupar puestos de alta responsabilidad en el Servicio Canario de Salud y luego, junto a Román Rodríguez, en Presidencia del Gobierno, regresó a continuación a su destino en el Centro de Salud de La Isleta como si no pasara nada. O aparentemente como si no pasara nada, porque imaginamos que el hombre debe estar aún sufriendo un proceso de adaptación que debe ser duro. Un paciente le agredió el jueves pasado por considerar -fitetú- que el doctor Frade no le trataba como él creía que se merecía. Y se armó.